viernes, 25 de diciembre de 2020

UNA REFLEXIÓN DE ADVIENTO 2020

Se acerca Navidad...

¿Qué significado tiene para nosotros este año?


Hace 2000 años los judíos esperaban un salvador, alguien que los salvara del opresor dominio romano y les devolviera su grandeza como pueblo escogido; un profeta que les volviese a hablar en nombre de su Dios y les mostrara el camino.

Este año 2020 ¿esperamos nosotros algún salvador?
¿Tal vez una vacuna que nos salve del opresor riesgo mortal del Coronavirus?
¿O un profeta que nos libre del sin sentido en que, a veces, parece que se ha estancado nuestra generación?

Son muchos los que buscan al salvador en las redes sociales: algún "influencer" a quien seguir incondicionalmente y que tendrá asegurado el culto, los "likes", pues se está seguro, o se quiere estarlo, de que será el elegido, aquel que sabrá dar las respuestas que se necesitan para vivir en este alocado mundo...

 "La palabra se hizo carne..." La palabra se hizo libro... La palabra se hizo Twitter o historia de Instagram... ¿Será?

Cuando la Navidad quiere ser un recuerdo de Jesús y no de Santaclos, lo que salva es dar no recibir y la salvación viene de dentro no de fuera "A Dios nadie le ha visto jamás, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros".

Por eso, es necesario saber qué esperamos en esta Navidad. Sólo así podremos reconocer al verdadero Salvador y que no nos pase como hace 2000 años, que "vino a los suyos y los suyos no lo acogieron" pues no supieron reconocerle.

Te deseo un Adviento sin exceso de celular o ruido, con tiempo para meditar y poder preparar una "Noche de paz"... O muchas; en las que nos encontremos con el Salvador del mundo -o al menos de nuestro mundo particular-, en el amor que dimos a los necesitados.

Un abrazo.
Alejandro

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